Entre Deseos y Destinos

En este recorrido que llamamos vida, más de una vez te has encontrado en un punto de no retorno, con una pregunta que se repite en tu cabeza: "Nojoda ey, ¿Por qué carajos estoy en esta situación si ni siquiera quiero esto?". Te aseguro que no eres el único. Todos hemos estado ahí, especialmente cuando se trata del amor, un terreno que, siendo sinceros, es una mierda. Para mí, el amor es una locura, porque la mayoría del tiempo hay un sancocho entre nuestros deseos y destinos, estos se entrelazan de una manera que nos desequilibra, llegando incluso a confundirnos por completo. En teoría, debería ser breve, ¿verdad? Si no deseas algo, simplemente no deberías seguir ese camino. Si no quieres relaciones casuales, ¿por qué te involucrarías en aventuras pasajeras o amigos con beneficios? La respuesta lógica sería seguir el camino tradicional: casarte, formar una familia y cumplir con las expectativas de la sociedad. Pero, ¿dónde se encuentra esa realidad en la sociedad actual? Por otro lado, es posible que esta idea sea una completa mentira, porque la vida, mi vale, tiene la costumbre de llevarnos por caminos que jamás imaginamos. Buscamos a esa persona especial, la que deseamos con todo nuestro ser, y en el proceso nos encontramos con un montón de vainas inesperadas:

• Para empezar la típica “cachera”.

• A veces entregamos todo a alguien, pero esa persona decide tomar un camino completamente diferente.

• Otras veces, nos tragamos de una ilusión y nos desmoronamos cuando esa ilusión se desvanece.

• Experimentamos un dolor profundo que parece que nunca va a sanar, sin importar cuánto tiempo pase.

• Nos sentimos insuficientes debido a las expectativas y juicios de quienes nos rodean.

• Conocemos a personas que huyen, alegando que no están listas para comprometerse.

• Nos topamos con personas que intentan comprarnos o menospreciarnos.

• A veces, somos amados por personas a las que no podemos corresponder de la misma manera.

• Lidiar con un pasado doloroso puede resultar extremadamente complicado.

• Y, peor, nuestros propios pensamientos y emociones a menudo nos desvían del camino que habíamos trazado.

Entonces, es posible que te encuentres pensando: "¡Jodaaaa que mierdero ey! Siempre he tenido claro lo que quiero en una relación, pero, a pesar de ello, todas estas cosas me siguen sucediendo. ¿De qué sirve tener claros mis deseos si no puedo encontrar lo que busco?" Una de las lecciones más valiosas que he intentado aprender es que nadie más que tú tiene la autoridad moral para definir lo que es correcto o incorrecto en tu vida. Eres el capitán de tu propio barco, el arquitecto de tus sueños y el narrador de tu propia historia. Las decisiones que tomas, incluso si parecen locas a los ojos de otros, son un testimonio de tu singularidad y tu capacidad para aprender y crecer. Y, aquí va una verdad universal: ¡todos la cagamos!, porque la vida no es una tarea sencilla. Constantemente, nos enfrentamos al escrutinio de la sociedad, que juzga cada uno de nuestros movimientos, ya sea que sean considerados buenos o malos. A veces, parece que estamos bajo un reflector, como si el mundo entero estuviera observando cada uno de nuestros pasos. Pero debemos recordar que somos humanos, y cometer errores es una parte fundamental de nuestra experiencia. Así que, en lugar de juzgar a los demás quizás deberíamos adoptar una perspectiva más comprensiva. Es posible que muchas de esas experiencias no las hayas buscado de manera consciente, pero, aun así, las viviste y de ellas aprendiste. Cada error, cada desvío en el camino, es una oportunidad de crecimiento y autodescubrimiento. Entonces, si alguna vez te has preguntado: "¿Por qué acabo en esta situación si no quiero esto?", déjame decirte que esta pregunta es parte del enigma de la vida. Las experiencias que vivimos, las decisiones que tomamos y los errores que cometemos, todos contribuyen a nuestro crecimiento y evolución. Recuerda siempre que cada uno de nosotros escribe su propia historia, y cada página, incluso aquellas llenas de giros inesperados, contribuye a la trama única de tu vida. Así que sigue adelante con valentía, sigue buscando lo que realmente deseas y recuerda que, al final del día, cada paso te acerca un poco más a la persona que aspiras ser y a la vida que deseas vivir. ¡El viaje está lleno de sorpresas, y lo mejor siempre está por venir!