top of page

Te la dedico

Espero que estas palabras te alcancen en un momento de reflexión, donde la sinceridad fluya entre nosotros. Escribirte esta carta se ha vuelto un ejercicio profundo y necesario para expresar las complejidades que han estado carcomiéndome últimamente. Me he sumergido en estos pensamientos mientras pedaleo hacia el trabajo, en esos trayectos diarios de ida y vuelta, y es en esas rutas solitarias donde las reflexiones se vuelven más intensas. No puedo evitar preguntarme por qué nos aferramos a pensamientos cargados de ilusiones, a personas que, día tras día, nos demuestran su desinterés en compartir nuestras vidas. ¿Por qué nos perdemos en esos momentos que parecen distantes cuando se trata de compartir instantes significativos? Esta interrogante se volvió más tangible cuando te vi, cuando tus ojos reflejaban un sufrimiento profundo, saturados de pensamientos invasivos y desilusionantes. Tu historia se convirtió en parte de la mía: un paso significativo para sostener un amor que, en su momento, prometía ser hermoso, solo para encontrarse al final del camino frente al vacío, ante la nada. Lo más impactante es cuando nos culpamos de no encontrar nada en ese "nada", persistiendo en la búsqueda de algo que no existe, aferrándonos a esperanzas falsas. Observar cómo luchas diariamente por encontrar un rumbo en ese lugar sin salida es desgarrador. Y me duele ver que te culpas por entrar en juego con personas que nos manipulan, que no desean estar con nosotros, que juegan con nuestras emociones. Pero, debemos entender que no somos culpables de eso. Fuimos sinceros, entregamos nuestros sentimientos e invertimos nuestro tiempo. Entender esto no es fácil estando allí; la mente recrea momentos que no sucederán solo para tener una excusa para permanecer en ese espacio en el que ya no existe nada. Hace muchos años, también estuve en ese callejón. Fue una experiencia horrible, pero lo que me ayudó a salir fue un momento que guardo en mi memoria por más de 10 años. Ese recuerdo siempre me rescata cuando estoy tocando fondo en ese callejón. Hoy en día, como si fuera un déjà vu, siento algunos de esos sentimientos del pasado. Y pienso que ese callejón nos persigue, especialmente cuando somos honestos con las personas que conocemos. Aunque tengo la impresión de estar allí, tengo una actitud diferente. No siento miedo de enfrentarlo, me siento empoderado/a y con la mente clara de que saldré de allí porque nada es para siempre. Te dedico estas palabras porque todos atravesamos por momentos difíciles, pero no son imposibles de superar. Depende de nuestro poder de decisión cambiar esa realidad que nos rodea, y eso se logra conociéndonos, haciendo una introspección para entender quiénes somos, de qué estamos hechos, lo que sentimos y lo que nos rodea. Espero que estas palabras resuenen en ti, pues lo que describo es una experiencia intensa que todos compartimos. Recuerda que a menudo asociamos este dolor con nuestras propias carencias, pero quiero que comprendas que no es nuestra culpa que personas sin propósito entren en nuestras vidas, nos confundan con actitudes contradictorias y sigan adelante. Quizás se crucen nuevamente en nuestro camino, pero cada encuentro dolerá menos. Y cuando llegues a ese callejón, reflexiona y todos los días intenta salir porque sé que lo vas a lograr. Con sinceridad y cercanía.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
♥ Desierto ♥

Hubo un momento en mi vida en el que me sentía un poco triste, inconclusa, perdida... Bueno, no sé exactamente cómo describirlo, pero lo...

 
 
 

Comentarios


bottom of page